enseñarles a controlar el consumo.

Con tanto bombardeo publicitario a su alrededor, las bombillas de colores por la calle, el turrón y los polvorones en la bandeja de la cocina y la eterna pregunta de "¿Que te vas a pedir a los Reyes este año?" de familiares y amigos, es normal que tu pequeño se vuelva loco en estos días, no pare de sumar artículos a su carta a los Reyes Magos de Oriente y quiera abandonar hábitos como irse a dormir pronto o no comer demasidos dulces..

 

Por eso es fundamental que le enseñéis a vivir la Navidad de una forma alegre pero no desenfrenada, pidiendo solo los regalos que realmente quiera y valorando por encima de todo la oportunidad única de compartir con los suyos unos días tan especiales.

 

1. Controla la lista de regalos. Algunos estudios de diversas consultoras estima que los españoles gastaremos esta Navidad un poco más que el año pasado, y este gasto se hará notar en el presupuesto destinado a regalos. Ver tantos juguetes, y tan espectaculares, hace que los más pequeños de la casa quieran recibir todos y no sepan valorar lo que tiene. "Jo, no me han traído el coche teledirigido que pedi". Como niño, no se da cuenta de que ha recibido otros muchos regalos y de que, en realidad, tampodo tenía tantas ganas de jugar con ese choche. El exceso de publicidad acaba creándoles una serie de deseos artificiales que no se corresponden con los reales. Por eso es importante que sepas decirle "no" y que pongas ciertos límites a su carta de Reyes o Papá Noél. Ayúdale a discernir entre lo que realmente le gusta y quiere, aquello con lo que se divertirá, podrá jugar con sus amigos o entretenerse cuando esté solo y no le dejes caer en el consumismo compulsivo. Así evitarás su insatisfacción la mañana de Reyes.

 

2.- Mantén los hábitos alimentarios y de sueño. Aunque en Navidad puedan permitirse ciertas licencias alimenticias prohibidas el resto del año (como comer dulces a diario o hacer cenas copiosas) y se trasnoche algo más de lo habitual, es conveniente no alterar en exceso los horarios de los niños. Así, prevendrás empachos innecesarios o que tus hijos estén agotados tras dos días de vacaciones.

 

3.- Transmiteles el espíritu fraternal de la Navidad. Una buena forma para contrarrestar el excesivo consuño navideño es tratar de inculcar valores solidarios en tu pequeño aprovechando precisamente estos días. Buscar regalos solidarios con los que sorprender a la familia, donar algunos de sus juguetes a instituciones benéficas para niños necesitados.... También puedes implicarle en las fiestas haciendo regalos a "amigos invisibles" que él mismo elabore, pidiéndole que escriba las felicitaciones qu enviaréis a la familia o que haga un dibujo con el que obsequiar a los más allegados. Pero, sobre todo, infunde en él el espíritu fraternal de estas fechas, lo contentos que estáis por poder reuniros en familia y pasar un rato juntos, compartir viejos recuerdos y nuevos sueños....