El deseo de todo padres y madre es que nuestro hijo madure y llegue a convertirse en un adulto felíz. Para ello es necesario que a lo largo de la vida aprenda a tolerar y superar la frustración.
La vida nos va enseñando que debemos aprender a gestionar tanto lo bueno como lo malo. Los niños necesitan de nuestra protección pero no de nuestra sobreprotección ya que de esta manera lo único que conseguimos es "desprotegerlo".
1.- El niño debe aprender que "No" es una palabra más y que la va a escuchar muchas veces en su vida.
2.- Debemos hacerle ver que todo es pasajero y que hay que tener paciencia poniendo el foco en el esfuerzo para superar cualquier obstáculo.
3.- Enseñarle a ver los problemas como retos.
4.- El niño debe aprender que no siempre se gana, no siempre puede ser el primero. Reforcemos su autoestima (ha de ser equilibrada).
5.- Han de aprender que deben alejarse del victimismo y no recrearse en los problemas.
6.- Enseñarle que a pesar de no ganar y no ser el primero, su esfuerzo le ayudará a crecer y mejorar.
Han de convivir con algunos fracasos ya que esto les permitirá aprender de la experiencia.
7.- Fomentar en ellos el sentido del humor y optimismo (como medio para relativizar los problemas).
8.- Es muy importante que aprendan a expresar sus emociones (todas son importantes).
9.- Que vea que los demás no estamos ahí para "resolverle los problemas" que le presta la vida, pero es importante que aprenda a saber pedir ayuda cuando la necesite.
10.- Es importante que aprenda a "aplazar la recompensa". No puede obtener siempre una gratificación inmediata.
Todo esto lo podemos resumir en una frase:
"No prepares el camino para tu hijo. Prepara a tu hijo, para el camino". (Anónimo)
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